domingo, 11 de marzo de 2007

El final del silencio

Reportaje publicado el día 11/03/2007 en Heraldo de Aragón


El último acto de Héroes en directo data de 1996. Más de diez años después, regresan con la ilusión de unos chavales y unas condiciones estrictas -diez conciertos, silencio promocional- acordes en su firmeza al rango de estrellas que les adorna. Es la gira del año.

PABLO FERRER. Zaragoza.- Agosto de 2005. Enrique Bunbury da carpetazo al Huracán Ambulante. Todo el mundo sabe lo que pasó y resulta fútil ahondar en las posibles razones. Cuba es el destino elegido para la reflexión. También se convierte en el primer lugar donde el retorno de Héroes aparece como una idea con una mínima posibilidad de llegar a buen puerto. La semilla está en una charla entre amigos: el propio Bunbury y Nacho Royo, su manager desde "Pequeño", confidente y ejecutor de ocho años de carrera en solitario -no estuvo en "Radical sonora"-. Por primera vez en nueve años, Enrique no dice no.

"Esos días en Cuba hablamos de muchas cosas y no sé muy bien por qué, en un atrevimiento mío, le comenté si creía posible que Héroes volvieran. Me dijo que lo veía muy complicado, pero me autorizó a intentarlo. Somos cuatro, me dijo, plantéalo a ver qué piensan, porque al fin y al cabo me estás haciendo una oferta".

Pedro Andreu, el más unido a Enrique en su carrera en solitario -llegó a tocar la armónica en varios conciertos como invitado-, tiene bien armado su presente con el proyecto DAB y su trabajo ejecutivo en el sello Café del Mar, además de proyectos colaterales junto a DJ Positive. Juan Valdivia, que sacó su disco "Trigonometralla" en 2002, lleva una etapa alejado de los focos. Todavía más anónima es la vida de Joaquín Cardiel, centrado en su familia y una vida campestre. "Pero nunca dejó de tocar el bajo, para su propio disfrute, y está loco por subirse al escenario", apunta Royo.

Y había ganas. "Detecté que querían volver a sentirse Héroes del Silencio. Hablamos y fueron poniendo sus condiciones, muy estrictas. Se aclaró que no habría nuevo disco, para empezar. Al final decidimos que sean 10 conciertos, que buscábamos estadios y llegar lo más lejos posible en el mapa. A día de hoy no hay una sola canción nueva prevista, y no digo esto dejando una puerta abierta a que la haya. Quieren reescribir el final de Héroes, cerrar este libro como debe hacerse".

La ilusión está ahí, y toda la vorágine generada la acrecienta, pero también se nota un cuidado extremo en que la alegría de este proceso no se empañe con pasos en falso. "Yo -recuerda Nacho- fui promotor de 10 ó 12 conciertos de aquella última gira española de ´Avalancha`, junto a Gay Mercader. Hicimos Zeleste en Barcelona, Sevilla, Salamanca, Burgos, Valladolid... Aunque se notaba un ambiente enrarecido, no me parecía nada que no ocurriera en otras bandas. Y a pesar de haber convivido con el grupo esos días, nunca pensé que se terminaba Héroes. Ahora es bonito ver cómo los cuatro se están poniendo en la misma velocidad, con un fin común".

Sin problemas con Alan

La presencia de Gonzalo Valdivia con segundo guitarrista es otro de los puntos novedosos de esta aventura. Su promotor aclara que la posibilidad de que regresara Alan Boguslawsky, un deseo nada secreto de los fans más afines a la línea de "Avalancha", se llegó a plantear. "Lo que pasa es que Alan vive en México. Para Juan, era más sencillo avanzar hacia el proyecto que tenemos entre manos con alguien cercano, y quién mejor que su hermano. Los cuatro estuvieron de acuerdo en la inclusión de Gonzalo, pero con Alan no hay ningún problema, siempre se ve con Enrique cuando vamos a México y supongo que vendrá a los conciertos".

Quedan tres fechas y las solicitudes de todo el mundo se agolpan. "Hay más de 20 ciudades que han solicitado fecha. En Colombia existe una plataforma de recogida de firmas; en Alemania, una presión mediática increíble. ¿Por qué empezamos en Guatemala? Allí nos dan una serie de facilidades para ensayos técnicos superiores a las de otros sitios, iremos a montar 12 días antes", aclara Nacho Royo.

La otra gran pregunta es si quedará una constancia grabada de lo que ocurra. "Naturalmente, es lo que queremos -apunta Nacho-, pero es EMI quien debe decidirlo, es la propietaria de esas canciones".

El concierto, desde luego, dejará huella. "Vamos a ofrecer un montaje espectacular, y ellos están locos por dar el mejor concierto posible. Será un show largo, sin teloneros, muy variado". Quedan siete meses. Un suspiro tras casi once años de un silencio que está a punto de terminar.

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